De las líneas de su botín voló el balón y la vieja red enamorada con agrado lo atrapó.
Buen Canaya el que sabe que su abuelo le sonrió.
Los récords son para romperse pero me rompiste el corazón.
Yo volé con él. Yo lloré con él. Yo grité con él, yo soñé también…
De las líneas de su botín voló el balón. Cuero vestido de locura como una paloma atrapada en la gloria por fin anidó.
Parado en el cartel publicitario con los brazos extendidos a Dios, buscaba en la tribuna su mirada y todo el Gigante lo abrazó.
Sabor amargo para el que tiene frío y no lo reconoce en su penar. Papá cinco veces te lo dijo: hijo me retiro, me voy a pescar.
De las líneas de su botín voló el balón.
El pueblo Canaya está llorando de alegría en éste anochecer y cómo no darte una mano, si de la cantera volverá a crecer. Gracias Campeón!
Yo volé con él. Yo lloré con él. Yo grité con él, yo soñe también…
Por Mariano Frigini
Agradecimientos e inspiraciones:
* Alma y Vida
* Fernando Lingiardi
- Ricky «El Trovador Canalla» Innocente
Cuentos Auriazules. 